Farmacias, llega la robotización
Tal como se hacía eco el ABC de la mano de Ruth Pilar Espinosa, el sector farmacéutico se adelanta a otros e incorpora robots a la gestión de las boticas. Mejora la atención al cliente y potencia las venta.
“Ácido acetilsalicílico, por favor.” Dicho y hecho. Poner fin al dolor de cabeza, por ejemplo, ha estado al alcance de casi todos desde que el principio activo empezó a comercializarse hace más de un siglo. Ahora, si cabe, despacharlo le resulta más sencillo al farmacéutico. La robotización llega a las boticas en forma de dispensadores inteligentes. Ahorran espacio y tiempo. La recesión obliga a buscar nuevas estrategias que posibiliten el rendimiento económico. Además, están mejorando la calidad de la atención al cliente.
La idea de trasladar la sofisticada tecnología de estanterías para almacenamiento vertical a un tamaño más pequeño ya está presente tanto en farmacias como en hospitales. El espacio útil se incrementa en un 50 por ciento. La ruta del personal se limita al área del mostrador. Y se consigue una mayor fidelización.
Antes, las idas y venidas desde la parte pública al almacén, así como la ordenación y clasificación de los medicamentos, lastraba la verdadera labor de la plantilla: el asesoramiento de los clientes. La robotización aumenta el consejo, fundamental en los momentos actuales, sobre todo para los laboratorios pequeños y gestionados de manera tradicional.
Los nuevos sistemas mecánicos, gracias a su diseño, permiten ampliarse a la par que evolucionan las necesidades de las farmacias y hospitales. El escáner, por su configuración modular, puede ubicarse en cualquier tipo de instalación (bien en forma de L o de U): lee e identifica los códigos de barras y les asigna una ubicación concreta. Por supuesto, se los suministra también al farmacéutico en la misma mano cuando éste lo precisa.
Un sistema de puerta de carga almacena 300 unidades cada hora —la rotación de 15 días—. Y la dispensación, que depende del número de aparatos contratados, oscila entre las 300 y 1.200 referencias cada hora.
«El robot gestiona todas las entradas y salidas diarias de la farmacia, le hace los números. Permite, además, la colocación de más expositores en el establecimiento, potenciando la venta. Y el mantenimiento es, además de presencial, telemático, para detectar fallos, si los hubiera, arreglarlos y evitar así que el usuario lo tenga que detener», asegura José Carbonell Soto, delegado de Mach4 Pharma Systems.
Receta electrónica
La robotización de servicios públicos destinados a la atención directa tardará aún años en implantarse en otros sectores. El farmacéutico, en cambio, ha notado la importancia de mejorar su servicio a través de este sistema, empleado en las farmacias de toda Europa desde hace ocho años. El crecimiento que supone para el sector hace prever que en los próximos más del 10 por ciento de las boticas españolas se automaticen. En la actualidad hay medio millar. Aunque en una segunda fase se baraja que el 25 por ciento podría apostar por estas soluciones.
Ya no se ve como un producto de élite sólo accesible para grandes facturaciones. Farmacias con 100 dispensaciones diarias están adquiriéndola con vistas a reforzarse ante la receta electrónica. Saben que ésta supondrá un aumento del 17% en la facturación de farmacias situadas fuera del ámbito cercano al ambulatorio.